Escribir para Puede Variar acerca de lo que yo quiera… demonios me han encargado es una tarea difícil considerando que últimamente no he redactado más que muchas veces un mismo guión cinematográfico para un cortometraje con demasiados finales alternativos, reseñas de películas infravaloradas por la critica habitual o el público general, como Tideland o The Fountain, o temas de expectativa para la temporada de estrenos primaverales de anime llenos de hipérbole y signos de exclamación insultando sutilmente a los incultos que no aprecian las habilidades de los genios de mover una ilustración como Iso Mitsuo o Hiroyuki Imaishi, pero supongo que eso no les importa en lo absoluto. Así que, ya que gaste unas cuantas palabras en una introducción sin ningún sentido… ¿De que les gustaría que les platicara mis queridos lectores? ¿Cuál es la verdadera demografía de este espacio virtual? Como no tengo ni idea, solo les presentaré la escena más divertida de la historia de la séptimo arte:



I <3 Luis Buñuel y tu deberías también. “Un chien andalou”, del que es fragmento el video de arriba, es un filme de corta duración sin aparente argumento que únicamente presenta a su espectador una serie de imágenes sacadas de sueños o pesadillas con significados totalmente abiertos a interpretación y que básicamente es el ejemplo perfecto que le puedes dar a alguien cuando te preguntan que es el surrealismo y no tienes tiempo para darles una verdadera contestación. El corte al globo ocular que pudieron apreciar previamente es en la actualidad considerado uno de los estandartes gráficos más representativos de nuestros tiempos, una fantasía subversiva cuya determinación es increíblemente ingeniosa: ¿Representar la destrucción de un ojo utilizando a la recepción visual como un medio determinante de comunicación? Brillante e irónico, excelente en su naturaleza perturbadora pero su inherentemente un entretenimiento de profunda espiritualidad. ¿Ya les dije que “<3” a Luis Buñuel?