Me encuentro este artículo navegando por Milenio, lo voy a pegar aquí y haré comentarios en negritas para que todos: a) riamos o b) lloremos en posición fetal por varias horas a causa de la deprimente condición socio-cultural de mi bonito y tercermundista país. Habla de manifestaciones que hubo en contra de la despenalización del aborto enfrente de la Asamblea Legislativa del DF.

"Alrededor de las 12 horas llegaron cinco personas; uno de ellos llevaba un niño de aproximadamente cinco años al que pedía insistentemente que gritara "No al aborto".[Me arriesgo a decir que si el niño supiera que para eso lo iban a querer, hubiera preferido ser abortado.]

Mientras, otros entregaban un volante de media cuartilla con la carta de un pequeño al que no dejaron nacer. [Es esa cadena que te mandan cada semana a tu mail. Además, los niños no-nacidos del tercer mundo no tienen la capacidad para plasmar lo que piensan por escrito... De hecho, ni los niños nacidos... ni la gente en general del tercer mundo, carajo!...]

Una hora después, arribó otro grupo, que mediante un volante exige pena de muerte "a los promotores de genocidio de niños y niñas mexicanos con el maldito aborto y declaración de guerra al terrorismo sembrado por judíos y masones contra la familia mexicana". [Y no nadamás del terrorismo, tambien del calentamiento global, la sobrepolación y del regreso de Gloria Trevi]

Esta manifestación generó que personal de resguardo de la ALDF solicitara la presencia de granaderos para evitar cualquier agresión física contra diputados, asesores y personal que labora en este recinto."

No, ya en serio [¿?], de verdad se me hace triste el fanatismo religioso. Vamos a rezarle al Monstruo del Espaguetti Volador para que nos libre de ser fanáticos religiosos.

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