¡¿Que demonios?! ¿Que le paso a mi entrada? ¿Por qué esta arriba de la de Mariana? Se perdió casí todo el comentario de Children of Men y no lo tengo salvado en el PC… bien a volverlo a escribir, total, no tengo nada mejor que hacer.

Estuve debatiendo intensamente en mi mente el tema que debería darle a mi primera aportación para este Blog colectivo. Quería hablarles de algo que me representara, algo que los entretuviera, algo que valiera la pena ser leído. Uno de mis primeros planes de acción fue escribir una reseña para el genial manga, ya saben: esas historietas que se traen directo de la tierra del sol naciente, River's Edge pero termine descartándolo, al menos como presentación. ¿Por qué? Porque no quería dar una primera impresión tan japanofíla a los lectores de este espacio virtual. Además, aunque lo hubiera escrito, con seguridad habría pasado ignorado y todos los escépticos, que con seguridad son más de la mitad del mundo, de la seriedad de la cual es capaz la narrativa grafica japonesa no le habrían dado la menor importancia a lo que un extraño sin reputación como yo les quisiera explicar. Si de verdad quería que dicha recomendación fuera tomada en cuenta, necesitaba primero obtener un lugar de importancia en la mente de nuestros visitantes.

Así que heme aquí ahora, dedicando esta entrada al cine, más particularmente: al buen desempeño de los directores mexicanos en este año. A final de cuentas, aunque mi única intención es la de hablar de un tema aceptable ante la estricta mente de la sociedad virtual de la red para crearme esa “reputación” y tener la habilidad de mostrarle al mundo el verdadero valor del manga, el séptimo arte no deja de ser algo que me apasione, . En todo caso, nadie se podrá quejar de mi actual primera entrada, que hasta nacionalista salio, así que me daré la oportunidad de comenzar con las reseñas en cuestión. Espero que disfruten el texto y en un futuro tengan oportunidad de ver los tres filmes que mencionare en el.

Babel de Alejandro González Iñárritu

Conclusión más que satisfactoria a la trilogía que dio inicio Amores Perros. Aunque muchos la comparan a morir con sus precuelas, yo no la consideraría una simple recreación del concepto que dio vida a sus predecesoras, pues a diferencia de las pasadas entregas, esta película es casi como un ómnibus con cuatro historias completamente diferentes en guión, dirección y estética que están unidas por un diminuto elemento en común. En si la trama se puede describir, sin decir muchos “spoilers”, por la siguiente sinopsis: en Moroco dos niños juegan con el nuevo rifle de su padre, y por accidente le dan a una turista americana; mientras tanto en Japón, una sordomuda intenta lidiar con la alienación que siente ante el mundo que la rodea y en Estados Unidos una niñera mexicana viaja con los dos niños que tiene a su cuidado, hijos de la turista victimada, a su país natal para asistir a la boda de su hijo.

Como ya lo mencione, las cuatro narraciones son bastante diferentes las unas de las otras y lo único que comparten, además de una realidad común, es la misma buena dirección de Iñarritu. Un ejemplo perfecto del choque de culturas que vivimos en el mundo actual, que aunque no esta sin sus errores, como la irrelevancia misma de los eventos que al final únicamente hacen un acto de aparición en pantalla, resulta de bastante calidad.

Como ultima frase de despedida al filme, diré que aunque me gustaron las cuatro diferentes construcciones argumentales, las partes filmadas en Japón, y tengo comunicarlo aún y con riesgo de no salvarme del calificativo de japanofilo que tanto quería evitar, son definitivamente las mejores en todos los aspectos, pues aunque sea la más separada, no solo por el guión, sino también en estilo, de las diferentes narraciones es la que se lleva en el corazón del espectador el impacto más profundo; con una efectividad tremenda, buena ejecución y una mayor trascendencia.

Children of Men de Alfonso Cuarón

Children of Men, aunque con algunas incoherencias en el guión, me pareció una película bastante competente: excelente técnicamente y muy entretenida. A pesar de estar plagada de recursos “Deus-ExMachina” que les resuelven a los protagonistas los problemas en cada vuelta de la esquina, nunca se sienten faltas de naturalidad las situaciones y me parece casi imposible negar que sea una de las mejores películas palomeras de los últimos años, aunque solo sea por la genial ejecución.

El argumento nos presenta un futuro cercano en el que los seres humanos han perdido la capacidad de procrear, sumergiendo al mundo en un caos sin igual. En esta realidad devastada únicamente Gran Bretaña se mantiene estable, y a ella llegan de todas las nacionalidades inmigrantes en busca de un mejor mañana. En medio de esta oscuridad aparece una pequeña luz de esperanza: una extranjera en el Reino Unido se encentra a si misma milagrosamente embarazada, y es de un antiguo activista la misión de llevarla segura a las manos del Proyecto Humano, un grupo de científicos dedicados a encontrar la causa de la infertilidad, para que el nacimiento de su hijo pueda ayudar a darle un futuro a la humanidad.

En si, la mayor crítica que he visto de aquellos a los que no les agrado de Children of Men es acerca de en lo que al menos en mi opinión es uno principales puntos fuertes: la historia no es narrada de una forma “in your face”, sino con sutilidad bastante interesante. Fuera de la respuesta a por qué dejaron las mujeres de ser capaces de procrear todo lo que necesitaba quedar claro acerca del universo del filme ha quedado entendido para el final. Ninguna escena esta de más y cada dialogo, o incluso cada elemento de la escenografía, como los recortes en la casa del anciano, cumplía una función narrativa especifica.

Un filme para entretener que cumple su objetivo con creces, es socialmente efectivo y además técnicamente impecable, con una genial y cruda cinematografía y un diseño sonoro que de verdad te hace entrar en la película. Recomendable para cualquiera mayor de 15 años.

Ignoren lo que dice abajo, este post esta escrito obviamente por Septimo, yo no tengo ni la mitad de su vocabulario.