Hice un experimento con Isaías. Hicimos un cuento entre los dos, una oración cada quien. El resultado es un tanto bizarro, pero fué divertido. Mis oraciones estan con negro y las de Isaías con azul.
Una de esas agobiantemente calurosas tardes en la ciudad de Monterrey, me encontraba caminando por la alameda, con el afán de encontrar prostitutas sin dientes, son dificiles de encontrar pero lo que hace una boca sin dientes es francamente asombroso.
Fue en ese instante cuando la vi, podía no ser prostituta, pero no tenía dientes, y eso fue lo que me cautivó; tenía experiencia, sus arrugas ochenteras la delataban. Era una aparición divina frente a mis ojos. Usaba un vestido de una sola pieza con estampado de flores. Su cabello era blanco. Blanca era tambien la luz divina que parecía rodearla, que me cegaba y me negaba contemplar tanta belleza.
Me acerque con temor, y antes de que pudiera decir una palabra, ella tomó mi brazo, me quede sin palabras, creo que ella lo notó porque despues de un silencio incomodo, tomo la iniciativa diciendome que la ayudara a cruzar la calle. Me apretaba el brazo con fuerza. No cabía en mi de la emoción [saben a qué me refiero]. Sudoroso me preguntaba hacía donde me conduciría.
Finalmente cruzamos la calle, me suelta y dice "gracias hijito, Dios te bendiga", esas palabras resonarán en mi corazón por el resto de mi vida.
Somos unos genios de la literatura contemporanea. [NO]
Kid Robot plasmó en Internet su estupidez
un 15 de abril de 2007 a las 1:00 a.m..
Una de esas agobiantemente calurosas tardes en la ciudad de Monterrey, me encontraba caminando por la alameda, con el afán de encontrar prostitutas sin dientes, son dificiles de encontrar pero lo que hace una boca sin dientes es francamente asombroso.
Fue en ese instante cuando la vi, podía no ser prostituta, pero no tenía dientes, y eso fue lo que me cautivó; tenía experiencia, sus arrugas ochenteras la delataban. Era una aparición divina frente a mis ojos. Usaba un vestido de una sola pieza con estampado de flores. Su cabello era blanco. Blanca era tambien la luz divina que parecía rodearla, que me cegaba y me negaba contemplar tanta belleza.
Me acerque con temor, y antes de que pudiera decir una palabra, ella tomó mi brazo, me quede sin palabras, creo que ella lo notó porque despues de un silencio incomodo, tomo la iniciativa diciendome que la ayudara a cruzar la calle. Me apretaba el brazo con fuerza. No cabía en mi de la emoción [saben a qué me refiero]. Sudoroso me preguntaba hacía donde me conduciría.
Finalmente cruzamos la calle, me suelta y dice "gracias hijito, Dios te bendiga", esas palabras resonarán en mi corazón por el resto de mi vida.
Somos unos genios de la literatura contemporanea. [NO]
Etiquetas: literatura
lol
y aun asi te atreves a negar que eres un perv?
neh, es la edad, es la edad
jajajaja, quedó con madre, un placer escribir relatos de abuelitas contigo, RobotBoy
Justo cuando pense que ya nada en este blog me soprenderia [mas de lo usual]
aww ayaxx
mi sucia mente penso otra cosa
jajaja pero LES kedo chida la historiaa
soy su fan