Probablemente pensarán de este medio particular como una alternativa barata para saltar reglas de censura, ahorrar presupuesto o sencillamente llamar la atención de los infantes pero en realidad en su interior ustedes mismos concordaran en que esto es meramente un paradigma del entorno que los rodea y reconocerán las facultades del sistema como un área de expresión con carisma propia e incluso su relativa independencia. Pero en todo caso, las posibilidades jamás faltan ni dejan de existir en cualquier elemento de esta caótica realidad que representa la mentalidad humana; el problema siempre se encuentra en que lleguen a concretarse en una certeza tangible.

Simplificare mi charla lo más posible para los lectores del Blog acostumbrados a diálogos directos que sin divagación llegan a su objetivo y disparan fuerte la conciencia del receptor: yo admito ser un absurdamente enorme fanático de la animación, considero a la creación de vida motora a través de una secuencia de ilustraciones un arte digno de verdadera admiración. ¿Por qué? La pureza del alma humana en , evocativa, agresiva, estilizada, pesadamente natural, No tengo demasiada idea de a que me refiero realmente, supongo que para llegar al estado de apreciación en el que me encuentro actualmente necesitas cierta clase de experiencia particular o únicamente buen gusto en general.

Comencemos con mis idioteces japanofílas y terminemos con esto. Aclaro que el anime tradicional usualmente es consagrado de forma aburrida, sin ningún artista con pasión encargado de secuencias intricadas o realmente interesantes y meramente un factor fetiche de una cultura apreciativa de una perfección en dos dimensiones pero debajo de toda esa cuando brillan… lo hacen de formas verdaderamente impactantes, aunque la mayoría de las veces les seguidores comunes o no lo notan en absoluto o tienen tan mal gusto que les parece grotesco. En todo caso, algunos de mis animadores favoritos, que deben buscar en ellos y porque valía la pena hacerles una maldita entrada además de que necesitaba hacer una o me despedían y no se me ocurrió otra cosa:

Norio Matusmoto:

Muy pocos pueden hacer recreaciones tan dinámicas y realistas como el, ya sea en acción desenfrenada o en sencillos movimientos de la vida diaria.

Hiroyuki Imaishi:

Adrenalina pura, parpadea un segundo y ya te perdiste lo detallada de su súper-violencia exagerada. Es imposible no sentirse emocionado con el corazón palpitante ante la genialidad de su dinamismo excesivo, el carisma demencial de los cortes rápidos y los rostros expresivos. Vean el video y dejense llevar. (Ignoren la canción, pongan mute y pongan algún grupo de guitarras veloces en su iTunes.)

Maasaki Yuasa

Psicodélica y surrealismo, movimiento único y totalmente sin compromisos.

De todas formas, me despido anti-climáticamente y les digo que si no pueden ver la diferencia entre los videos y la animación convencional televisiva necesitan nuevos ojos y una mejor memoria.

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