Querida chica-serpiente de Nipper:

Te odiamos, por favor muerete.
Gracias por recordarme por qué no veo televisión y por qué no navego por el Internet mexicano mas que cuando quiero risas baratas a costa del ridiculo inintencional de alguien.
Y pues ya que estoy escribiendote, aprovecho para reiterar y hacer enfasis en nuestro deseo de que te mueras. Preferiblemente en una forma lenta, dolorosa, pero sobretodo pública para nuestro deleite.
Antes de que te enojes, dejame fundamentar bien mi punto:
Eres una aberración de la publicidad y de la naturaleza. La página que anuncias, Nipper, incidentalmente y gracias a años de pornografía por Internet, nos suena más a Nipple, lo cual es un error estratégico porque nos hace cerrar tu página y entrar a nuestra página porno favorita en ese instante. Así que gracias, pero no, preferimos nuestra confiable pornografía.

Dejando eso de lado siguen habiendo razones para que dejes de existir. Procedo a enumerarlas:
1) Eres una serpiente que habla. Asustas a los católicos y a nosotros, cansados de películas de Disney, los animales que hablan nos hacen vomitar.

2) Eres una serpiente con cabeza humana y no tienes ningún problema por ello. Es hora de que lo sepas. Nos molesta tu actitud al respecto. Lo socialmente aceptable es que te quedaras en tu cuarto (o arbol, dependiendo de si eres más serpiente que mujer), escondida del ojo público como el resto de la gente, eh, digamos... diferente (llamese Manuel Uribe, entre otros) lamentandote que nunca te aceptaremos. Pero no, en vez de eso sales orgullosa en televisión nacional. Le das esperanza a la gente rara y como puedes ver, eso no nos gusta para nada.

3) Tu parte humana quiere ser fresa. ¿Sabes qué es lo que nos molesta? Que no te salga. Nos emputa tu voz. ¡La odiamos! Preferiria mil veces el sonido de una letal serpiente de cascabel deslizandose mortalmente por mi cama dispuesta a atacarme. O el hisseo de una cobra de la India mientras se lanza a mi hermosa, oh, hermosa cara. Pero tu voz tan obviamente falsa. Es el efecto de haberte criado viendo Trollz o Bratz. No suenas en onda y no, nadie se siente identificado contigo. La clase fresa reconoce al tiro que no eres una de ellos y a la clase no-fresa sencillamente no le importa lo que tengas que decir porque: a) Han desarrollado un odio hacia ese tono de voz gracias a años de discriminación insensibilizada o b) No tienen Internet.

4) Nadamás no. NO


Atte
Sir Robot


[Para el feliz desentendido de estos asuntos tan burdos, esa pinche serpiente asquerosa es la portavoz de un servicio raro de Internet, aquí está un micro-comercial]

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